martes, 12 de abril de 2011

LA HAZAÑA CENITAL DE YURI GAGARIN

 Se cumplen 50 años del envío al espacio del primer hombre: el cosmonauta ruso Yuri Gagarin. El 27 de marzo de 1968 se mató en un entrenamiento en un Mig 15. Tenía 34 años. Imposible para un héroe acceder a la eternidad con una muerte más romántica y en consonancia con su vida.

En un principio, el proyecto de colocar en órbita un satélite artificial tenía por finalidad observar si la forma del planeta Tierra -el geoide- era la prevista teóricamente con cálculos geodésicos. Inesperadamente, el 4 octubre de 1957, la Unión Soviética,  logró colocar en órbita, antes que ningún otro país, el satélite «Sputnik 1», éxito que redondearon los soviéticos al orbitar poco después una cápsula con un ser vivo: la perra «Laika». Como queriendo pitorrearse de sus rivales estadounidenses -y por entonces, en «plena guerra fría», acerbos enemigos- el «Sputnik 1» emitió señales radiales -el famoso «bip-bip»- que se captaron en todo el planeta.
Los logros espectaculares de la ciencia y la tecnología de la URSS desencadenaron una psicosis colectiva en Estados Unidos cuya población se sintió amenazada. En este contexto de guerra fría y carrera espacial entre la URSS y EE UU se produjo un hecho mayor de la historia de la Humanidad: el 12 abril de 1961, la Unión Soviética colocó en órbita la cápsula «Vostok»  tripulada por el cosmonauta Yuri Gagarin. Esa hazaña cenital tuvo dos protagonistas, uno de ellos completamente desconocido incluso para los servicios de información occidentales: Yuri Gagarin y su mentor, Sergei Korolev.

Gagarin (1934-1968) devino en héroe internacional, admirado por doquier, incluida la España franquista. Su gesta, en general, fue vista como un triunfo de la Humanidad. Ahora bien, como es natural, los soviéticos se sintieron henchidos de alegría y orgullo y, por el contrario, los norteamericanos quedaron estupefactos de abatimiento. Por haber sido el primer hombre en sustraerse a la atracción terrestre, la gesta de Gagarin infligió a los estadounidenses, en aquel contexto de odio y lucha por el dominio del mundo, una humillación sin precedentes.
Gagarin se instaló con relativa facilidad en la minúscula cápsula espacial «Vostok» -1,6 metros cúbicos- gracias a su corta talla, 1,59 metros. Todos los testigos coinciden en que Gagarin no mostró el mínimo temor. A las 09.25 horas, «Cedro» (su nombre de código) estaba en órbita. Por primera vez en la Historia un hombre veía la Tierra, a 28.000 kilómetros por hora, desde el espacio. La misión de Gagarin, duró 108 minutos. Después de una vuelta completa a la Tierra, la nave entró en la atmósfera.

En la carrera espacial entre EE UU y la URSS los soviéticos se pusieron en un principio en cabeza y conservaron la delantera hasta que, gracias al programa «Apollo», dotado de ingentes medios, los norteamericanos pisaron la Luna el 20 julio de 1969.

No hay comentarios:

Publicar un comentario